Matrimonio que cultiva estevia por la diabetes ahora produce 10 mil plantas
Moisés Arismendi y Lucila Albizú desarrollan la iniciativa en su predio de Río Negro y son los únicos productores de la planta en toda la Región de Los Lagos.
Moisés Arismendi está contento, ya que en la temporada pasada el cultivo de plantas de estevia que tiene junto a su esposa Lucila Albizú en su pequeño terreno de tres hectáreas, ubicadas en Chifin Alto, comuna de Río Negro, le rindió notablemente. Ambos lograron producir diez mil plantas, las cuales vendieron a un valor promedio de $2.500 aproximadamente.
Además de ello, Moisés se siente bien, ya que desde desde hace cinco años cuando reemplazó el azúcar que tomaba por las hojas de esta planta venida desde Paraguay, su diabetes casi ha desaparecido para los registros médicos.
De esta forma, el cultivo que desarrollan en su predio ubicado a 4,7 kilómetros de la Ruta 5 Sur y a 12 de la misma ciudad de Río Negro, no sólo le ha traído buenos réditos económicos, sino también buena salud.
Furor en ferias
Lucila es una mujer joven y de una energía inagotable. Si no está pendiente de los cultivos, está preocupada de atender a los visitantes que llegan regularmente a ver las diferentes plantaciones que manejan: frutillas, arándanos y berries; aunque reconoce que la estrella de sus cultivos en el último tiempo ha sido la estevia.
Lucila admite que ella y su esposo son los únicos productores de esta dulce planta en toda la Región. Y no es que lo afirme sólo ella, sino que se lo han dicho desde el mismo Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) de Los Lagos.
"Cuando se dieron cuenta que éramos los únicas personas que realizábamos este cultivo, en el Indap pronto comenzaron a invitarnos a una serie de ferias donde muchas veces fuimos distinguidos por tener el cultivo más original de la Región", cuenta Lucila.
Pronto lo que había comenzado como una acción destinada a mejorar la salud de su esposo, se convirtió en una actividad que les rindió frutos económicos y en un ejemplo para agricultores de todas las zonas e incluso para sus vecinos.
Lucila no es egoísta. A cada visitante que llega hasta sus tierras le enseña cómo se debe cultivar la estevia, los cuidados que requiere, riego y cómo reproducir la planta.
"No somos egoístas con lo que sabemos y con lo que tenemos. Pensamos que debemos compartirlo tanto con la gente que nos viene a ver, como con nuestros vecinos", dijo.
Por lo mismo, no es raro ver a vecinos del mismo sector Chifín Alto trabajando regularmente en algunos de sus cultivos y durante todo el año. Ello, debido a la alta producción que le saca a cada metro que posee de tierra, ya sea en frutillas, arándanos, berries y la misma estevia.
Según Lucila Albizú, una de las ventajas de trabajar con la estevia es que cualquier persona puede cultivarla en época de primavera o verano y también en menor medida en los meses fríos, pero en un invernadero o en su propia casa.
"Es una planta que crece rápido y se regenera rápido también, sólo debe tener los cuidados adecuados, ya que es una planta que proviene de climas húmedos (de Paraguay). Calor y humedad son la receta para su desarrollo".
A tanto llegan los beneficios de esta planta que la mujer nacida en Río Negro señala que diez plantas grandes (de entre 1,20 a 1,50 metros) le sirven a una familia para reemplazar el azúcar durante todo un año. Si las plantas son pequeñas, el número subiría a 40 de ellas, afirma con seguridad.
Hojas y pequeña guía
Pocos creen que la estevia pueda desarrollarse tan bien en una zona con clima frío como el sureño; de hecho, en Chile es poco vista y principalmente es importada.
"Cuando vamos a las exposiciones o ferias las plantas que llevamos se venden todas. En una oportunidad nos tocó llegar tarde a nuestro stand, en una feria a la que íbamos a asistir. Cuando llegamos habían como 50 personas esperándonos afuera y se llevaron todo lo que traíamos. Al otro día llevamos como 200 plantas más y volvieron a irse rapidísimo", relata.
Otro punto que Lucila deja claro es que muchas veces la gente cree que a la planta se le debe sacar la hoja y dejarla remojar en una infusión para que destile su dulce sabor. Por lo mismo, cuando vendió las primeras unidades de estevia, las personas venían a reclamarle diciendo que prácticamente remojaba toda la planta y no endulzaba tanto.
Por ello, elaboró una pequeña guía que le entrega a cada uno de sus clientes, para que la utilicen de la manera correcta y rindan de la mejor manera posible.
"Lo correcto es ir arrancando de a poco las hojas y dejarlas secar por un tiempo, naturalmente, no directamente al sol", aconseja.
De esa manera, dice la microempresaria agrícola, la hoja al remojarla en agua caliente entrega mejor su dulce sabor. Lo mismo sucede cuando se la arranca y mastica.
"Se debe juntar unas cinco hojas y dejarlas remojando en un termo y ahí se obtendrá un endulzante natural sin químicos ni preservantes", añade Lucila.
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Moisés Arismendi es técnico agrícola y apoya el trabajo que realiza su esposa con todos los cultivos y en el último tiempo con la estevia.
"Al principio la usé para fines medicinales, pero luego lo comenzamos a ver como un negocio", dice este hombre de 43 años.
Y como negocio, Arismendi indica que ha sido muy rentable y bien recibida tanto en la zona como en los lugares donde han mostrado su producto.
"Se ha convertido en un gran producto medicinal para aquellas personas que sufren diabetes. Pongo como ejemplo mi caso, ya que con la estevia he mejorado mi sistema gástrico y tiene otras propiedades curativas", aseveró.
Moisés Arismendi señala que ya están pensando que a futuro deberán ver la manera de procesar la planta, para de esta manera conseguir un producto mucho más concentrado y natural.
Estevia al sur de Chile es la página de Facebook con la que este matrimonio de rionegrinos difunde su producción en internet.
Las visitas por parte de usuarios de Indap de todo el país son frecuentes. En su parcela reciben a los visitantes que puede interactuar en la producción de los cultivos.
10 mil plantas de estevia consiguió comercializar la temporada pasada el matrimonio de Río Negro.
2.500 pesos en promedio puede costar una planta de estevia. La altura máxima que alcanzar es de un metro con 50 centímetros.
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