No es un misterio que en diversos liceos del país la droga ha entrado y que pareciera que los esfuerzos para evitarlo no son suficientes. Hay una fuerte presión de microtraficantes que se colocan en las cercanías de los colegios buscando consumidores. Y a ello se suma que hay alumnos que caen en las redes.
Cada vez se hacen más frecuentes las informaciones que indican que la policía ha detenido a sujetos que venden droga cerca de establecimientos educacionales. La verdad es que esto indica que el microtráfico se acerca cada vez más a los estudiantes.
Hay preocupación entre el profesorado por el microtráfico en los establecimientos. No es un misterio que en diversos liceos del país la droga ha entrado
y que pareciera que los esfuerzos que se hacen para frenar este problema no son suficientes.
Si bien es cierto que las denuncias no son muchas, y que el problema afecta a un reducido grupo de la población estudiantil, esta adicción se contagia rápidamente y expone a los alumnos más vulnerables. Así ha ocurrido en países donde este flagelo está más desarrollado, como es el caso de México o de Colombia.
Hay una fuerte presión de microtraficantes que se colocan en las cercanías de los colegios buscando nuevos consumidores.
Y a ello se suma que hay alumnos que caen en las redes de convertirse en vendedores al interior de los establecimientos, lo que hace que la venta clandestina se masifique más rápido.
Estos son los principales problemas que afectan a los establecimientos educacionales. Y este microtráfico encubierto trae como consecuencias otras situaciones, como amenazas, acosos, riñas y hasta enfrentamientos.
Lamentablemente la droga trae secuelas que afectan a la convivencia escolar, y genera profundos temores en la comunidad, ya que este ambiente se mueve con violencia.
Hay que considerar que esta situación constituye con seguridad el último eslabón de una larga cadena que parte con la organización criminal y la delincuencia, porque sus objetivos son generar recursos, y si no existe la ayuda especializada el problema se puede escapar de las manos e involucrar a un mayor número de menores.
Por eso, hay que tomar medidas preventivas, con el fin de conseguir intervenir en algunos sectores que muestran más riesgo y un microtráfico que ya es conocido por todos, pero del que se habla soterradamente- y que requiere de la intervención policial.
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