Rafael Andrade Bustamante, de 58 años, es el actual director del Colegio Rural de Riachuelo. En sus 40 años de docencia, recuerda la sacrificada labor de hacer clases en la apartada caleta Cóndor, en la costa de Río Negro.
"Para mí ser profesor es todo. Una vocación, una bella oportunidad que nos da la vida para servir a los demás. Ahora cómo desarrollemos esa labor y bajo qué condiciones ese es otro cuento".
Así lo explica Rafael Andrade Bustamante, educador que ha formado a miles de alumnos en sus 40 años de servicio y fue maestro en la apartada Caleta Huellelhue, en la costa de la comuna de Río Negro.
40 años de docencia cumplió en 2015 el maestro Rafael Andrade, mérito por el cual fue galardonado
Tiene 58 años y es el actual director del Colegio Rural de Riachuelo. El ahora licenciado en Educación, con postítulo en Administración Educacional, Gestión y Evaluación, magíster y doctor en Ciencias de la Educación, con más de 22 mil horas de perfeccionamiento reconocidas por el Ministerio de Educación, cuenta que se inició a los 18 años en la escuela Tres Puertas de Purranque y más tarde se tituló como profesor de estado en la Universidad de Los Lagos, especializándose en ciencias naturales con una beca de Conicyt.
"El resultado de esa especialización me permitió representar a la Décima Región en cinco oportunidades en los encuentros nacionales de Ciencia, Arte y Tecnología. Una de las investigaciones más importantes consistió en un estudio de los alerzales en la Cordillera de la Costa, entre caletas Huellelhue y Cóndor, donando luego una muestra de alerce de 1.800 años al Museo de Historia Natural de Santiago", describió.
Labor y aislamiento
Rafael Andrade confiesa que las vivencias como profesor rural en la caleta marcaron su vida profesional, lugar donde permaneció seis años y sufrió las grandes dificultades del aislamiento absoluto que también enfrentaron sus alumnos de la escuela internado.
"La verdad es que nos transformábamos con mi señora María Angélica, también profesora, en verdaderos papás, enfermeros y sicólogos de nuestros pequeños estudiantes", relató.
El maestro describe las peripecias que vivió en la cordillera, de su ir y venir hasta Bahía Mansa para tomar el bus hasta Osorno y más tarde otra movilización para llegar a Río Negro a buscar la correspondencia.
"La misma que perdí más de alguna vez atravesando el estero Pitril con mi ropa sobre la cabeza en las frías y lluviosas noches de invierno. Recuerdo que cuando estaba cerca de la escuela y después de caminar horas y horas por la huella cordillerana escuchando el canto del chucao (ave nativa que vive en el suelo del bosque nativo), me alegraba mucho divisar la tenue luz de la lámpara a parafina en la ventana. Eran viajes muy pesados que reflejan la dramática situación del profesor rural", detalló.
Afirma que hoy las cosas han cambiado, ya que está el transporte marítimo que incluso utilizó hace unos días con sus asistentes de la educación de Riachuelo.
"Me alegro mucho de ese gran avance por la seguridad y bienestar para las familias y su hijos en las dos caletas", dijo.
Rafael Andrade tuvo la ocasión de perfeccionarse en pasantías realizadas en Estados Unidos y Francia, las que se agregan al currículo, pero que jamás se ha olvidado de sus inicios. Y que se identifica con el mundo huilliche, especialmente con las comunidades indígenas de caleta Huellelhue.
"Fui parte de sus vidas en la década del '80, pudimos con mi señora conocerlos, respetarlos y desarrollar variados estudios relacionados con su cosmovisión. Uno de los mayores logros en mi vida profesional ha sido conducir los proyectos interculturales, que en la actualidad constituyen los sellos del Colegio de Riachuelo que es donde trabajo".
Trayectoria
Entre los cargos que ha desempeñado está el de jefe técnico comunal y suplencias como jefe de Daem. Hoy lidera la Red Provincial de Colegios Técnicos Profesionales de Osorno. Asimismo, está inserto en los programas de formación de directores de excelencia que patrocina el Ministerio de Educación y que a la par realiza un diplomado en Formación Ciudadana y Derechos Humanos a que ha convocado la Universidad de Chile.
"Al cumplir 40 años de servicios anhelo conducir la generación de jóvenes profesores que han arribado a la comuna por el camino de la innovación pedagógica y la excelencia en la convivencia escolar, reconociendo en ellos un gran potencial que con seguridad van a producir los cambios que la comuna de Río Negro se merece en educación", sostuvo.
Si bien cumplió este año cuatro décadas en la docencia, Rafael Andrade debe esperar siete años más para poner fin a su apostolado, tal como tantos otros maestros que una vez abrazaron la sagrada misión de educar.
"Recuerdo que cuando estaba cerca de la escuela y después de caminar horas y horas por la huella cordillerana escuchando el canto del chucao, me alegraba mucho divisar la tenue luz de la lámpara a parafina en la ventana". (Rafael Andrade).
Texto y fotos: Bladimiro Matamala
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